sábado, 20 de febrero de 2021

Las nuevas carreras universitarias que la vida necesita

 Las universidades suelen implementar carreras con salida laboral para tratar de brindar a los estudiantes certeza sobre su futuro. En principio parece razonable, no obstante son los institutos terciarios con tecnicaturas superiores quienes tienen en el sistema educativo la finalidad de la capacitación directa para la empleabilidad. De hecho muchas universidades dan títulos intermedios en franca competencia con el citado nivel educativo. La misión real de la universidad es otra, es la de generar los nuevos conocimientos que originarán en el tiempo los trabajos del futuro.

Esta historia comienza con en nacimiento de la biotecnología moderna en el año 1973. Toda una revolución tecnológica con fuerte impacto en lo económico y social. Era necesaria una formación universitaria acorde con los cambios que se vislumbraban. En el país (Argentina) había varias Licenciaturas en Biotecnología buscando su perfil ya que competían en lo científico con los químicos biológicos, biólogos y bioquímicos. Resultaba casi obvio que el perfil del biotecnólogo debía tener como diferencial una capacitación en ciencia, tecnología y gestión empresarial para formar innovadores en la temática. Atento a la problemática presenté en 1998 el proyecto para hacer la primera Licenciatura con tales características en la Universidad Argentina de la empresa (UADE, Ciudad de Buenos Aires. Argentina). La idea comenzó a gestarse en mucho antes, en 1993, luego de implementar en el Instituto Terciario de ORT la Tecnicatura Superior en Biotecnología. El proyecto recién pudo concretarse cuando el Dr. Germán Guido Lavalle asumiera primero como Decano de la Facultad de Ingeniería y luego como Rector de la UADE. Gracias al acompañamiento de su gestión la carrera comenzó en marzo del año 2005. Luego surge, a través del análisis del crecimiento exponencial de las tecnologías convergentes NBIC (Nano, Bio, Info y Cognotecnología), la búsqueda desesperada del desarrollo curricular de la primera Licenciatura en Nanotecnología en el país, la única disciplina capaz de dar respuestas a las nueve necesidades humanas primarias: salud, alimentos, energía, ambiente, vestimenta, trasporte, vivienda, comunicación y defensa. Incluso en las cuatro primeras coincidentes con las respuestas de la biotecnología, la nanotecnología las complementa y muchas veces en forma superadora.
El primer proyecto para hacer una Licenciatura en Nanotecnología surgió a fines del año 2005, pero hubo que esperar hasta el año 2014. El Dr. Leonardo F. Gargiulo, quién supo tener un micro vinculado con emprendedores en nuestro programa radial Café Biotecnológico (Radio Cultura), me contactó de la Universidad CAECE, en la cual comenzó a desempeñarse como Vicerrector cuando se hizo cargo de la unidad académica la Cámara de Comercio y Servicios. Estaban buscando nuevas carreras para contribuir al progreso del país. De la reunión realizada con él y el Rector Ing. Francisco F. Von Wuthenau surgió el acuerdo para crear y dirigir la primera Licenciatura en Nanotecnología en la Argentina. Luego de un arduo trabajo desde el 2014, se inicia la carrera en el año 2017 y en el 2020 egresa la primera promoción. La nanotecnología y la biotecnología se complementan (ver en lecturas complementarias: El ying yang tecnológico del siglo XXI y el Plan NanoBio) y constituyen las dos primeras ciencias-tecnologías integradas de las NBIC con capacidad para transformar la naturaleza. 
Terminada la pequeña historia, hoy estamos ante el desafío de encarar dos nuevas carreras universitarias vinculas con la vida. En el planeta tanto el ambiente como la economía están a la deriva y hay un riego creciente de subsistencia debido al aumento de la población, la contaminación, el cambio climático, la deser-tización, el aumento de pandemias e incendios fores- tales en intensidad y frecuencia, etc. Una de las carreras propuestas está vinculada con hacer viable lo inviable, evitar la acumulación de recursos en unos pocos y generar en forma sustentable trabajo para todos. La otra íntimamente ligada al “ser humano”, es necesaria para acompañar nuestra revolucionaria transformación en la segunda mitad del siglo XXI. La pregunta final es: ¿Cuáles son las dos nuevas carreras universitarias que la vida necesita en el contexto señalado? 
Los asiduos lectores de Biotecnología & Nanotecnología al Instante seguramente estarán orientados para encontrar la respuesta; los otros, también comprometidos con la vida, podrán solicitarla a albertoluisdandrea@gmail.com.

Lecturas complementarias:

sábado, 20 de junio de 2020

Plan NanoBio (NB)

 En el año 2013 presenté en TED Rosario (Argentina), el Plan B, B de biotecnología, B de bioeconomía y B de biofábrica transgénica (subtitulado en castellano, inglés, alemán y coreano) como alternativa a la problemática  actual de un planeta a la deriva en lo ambiental-económico y con un plan A que hace bastante perdió su rumbo. Transcurridos siete años comienza a vislumbrase con cierta claridad que no alcanza con la propuesta centrada en la biotecnología para revolver todos los desafíos actuales y futuros tendientes a satisfacer las necesidades humanas primarias, a saber: alimentación, salud, energía, vivienda, vestimenta, trasporte, cuidado del ambiente, comunicación y defensa. Por ejemplo en el área de la energía la biotecnología puede aportar biogás, bioetanol y biodiesel y, la nanotecnología, paneles solares de puntos cuánticos, nanocatalizadores para convertir el dióxido de carbono en metano y baterías de mayor eficiencia para los autos eléctricos. 



En el área de la salud la biotecnología da origen a biofármacos (ej.: anticuerpos monoclonales) y terapias biotecnológicas (terapias celulares y terapias génicas), mientras la nanotecnología revoluciona el ingreso de medicamentos al organismo con nanoaerosoles de ingreso nasal capaces de reemplazar las inyecciones, nanopartículas para destruir el cáncer por resonancia plasmónica superficial localizada, nanorrobots para diagnóstico y tratamiento y, biomiméticos, para producir anticuerpos y antivirales alternativos de plástico. La nanotecnología da respuestas a las nueve de las necesidades humanas señaladas y comparte con  desarrollos biotecnológicos cuatro de ellas: alimentación, salud, energía y cuidado del medio ambiente. Por lo expuesto y tratando de comprender el constante avance de las tecnologías convergentes, creo que es necesario complementar el Plan B para salvar el mundo (planeta) presentado en el año 2013, hoy no me cabe ninguna duda que debemos avanzar  en el contexto con un Plan NanoBio(NB) coincidente en las letras de inicio con las tecnologías del siglo XXI: las  NBIC (Nano-Bio-Info y Cognotecnologías).

Información complementaria:
La convergencia de las tecnologías exponenciales y la singularidad tecnológica. Alberto L. D’Andrea (coordinador). 2017. Ed. Temas. Buenos Aires. Argentina.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Licenciatura en Bioeconomía: otra vez sopa.

Tal vez no sea necesario resaltar el potencial que tiene la Argentina en Bioeconomía. Desde sus recursos naturales hasta la expertiz de sus profesionales constituyen una sólida base para estar y avanzar en la vanguardia del sector. No obstante el saber disperso lleva a un crecimiento desordenado y conspira con una visión estratégica del contexto. Es necesario desde lo curricular ordenar y generar el nuevo campo del saber hacer para que pueda llegar a todo los rincones del planeta y concretar un desarrollo armónico con una distribución más justa de los recursos. 
En el número de la Revista Agropost (marzo del 2013) dedicado a la Biotecnología al 2020 publicaba en el artículo “Una visión del futuro desde la Biotecnología” en el cual se podía leer “En el contexto planteado resurge el modelo económico concordante con las leyes de la naturaleza: la bioeconomía de Nicolás Georgescu-Roegen de la mano del avance de su biotecnociencia, la biotecnología, y su motor productivo la biofábrica transgénica no contaminante (fotosintética y catalizada por enzimas). Hoy podemos redefinir a la bioeconomía como una economía basada en la biotecnología que utiliza  materias primas renovables y su acervo de 65 millones de genes para dar respuestas a la demanda de energía, alimentos, salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e ingresos en forma sustentable. Los  millones de genes conocidos y la ingeniería genética crean las bases  para una nueva  matriz económico-productiva sustentable tendiente a  restablecer las pautas perdidas en  la naturaleza y hacer posible un nuevo equilibrio en la tierra”.
Realizamos desde el año 2010 varios intentos por poner una Licenciatura en Bioeconomía en el país, la que a su vez sería la primera carrera vinculada con el sector a nivel internacional. En distintos años presentamos secuencialmente el proyecto en varias universidades y hasta realizamos contactos con instituciones y funcionarios de distintos gobiernos sin resultado favorable, desperdiciándose así la oportunidad que se nos presentaba.  
En junio de este año, la Universidad Técnica en Múnich (TUM), en Alemania, abrió la primera Licenciatura en Bioeconomía. Además la TUM, junto a la Universidad Estatal Paulista Júlio de Mesquita Filho de Brasil y la Universidad de Queensland en Australia, han formado la Alianza Global de Bioeconomía.
De manera paralela, seis universidades europeas han formado la Universidad Europea de Bioeconomía: Universidad de Bolonia (Italia), Universidad de Finlandia Oriental (Finlandia), Universidad de Hohenheim (Alemania), AgroParisTech, Instituto de Tecnología para la Vida, la Alimentación y las Ciencias del Medio Ambiente de París (Francia), Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida, Viena (BOKU, Austria) y Wageningen Universidad e Investigación (Holanda).
Tan difícil es distinguir las voces de los ecos. Lamentablemente debemos decir otra vez sopa aunque la frase correcta sea otra vez necios. 

Lecturas complementarias:
Bioeconomia, la proxima frontera (25/10/12)
Bioeconomía para todos (1/02/15)

domingo, 5 de julio de 2015

Una visión del futuro desde la Biotecnología.

Conferencia dictada el 20 de junio del 2015 con motivo de la presentación del Colegio de Biotecnólogos de Tucumán.



viernes, 15 de mayo de 2015

Bioeconomía para todos.

Alberto L. D'Andrea. Revista Agropost, número 136.
Un estudio comparativo de algunas variables significativas relacionadas con nuestra temática lo ubicamos en la siguiente tabla:


El avance científico iniciado en 1800 pero potenciado fuertemente a partir del desarrollo de modelos atómicos confiables en la primera mitad del siglo XX y, fundamentalmente por su crecimiento exponencial los últimos 60 años, queda reflejado en uno de sus  aspectos por el incremento del CO2 debido a la necesidad de consumo de energía fósil por parte del impresionante desarrollo tecnológico producido.  No obstante el incremento en el promedio de vida de 24 a 76 años (3,2 veces más) y el aumento de la población en la tierra de 1000 a 7000 millones de habitantes (7 veces más) pareciera indicar que la vida humana en la tierra está floreciente. Si bien el avance científico-tecnológico produjo una mejora cuantitativa importante  en cuanto al promedio de vida, con perspectiva a corto plazo de superar los 100 años, trajo aparejado graves problemas cualitativos con tendencia a acelerarse en forma exponencial: aumento de la población mundial de 2500 a 7000 mil millones de habitantes entre el año 1950 y el 2013, aproximación a la “carga máxima de la tierra” (10.000 millones de habitantes), fuerte incremento en la demanda de energía y alimentos,  aumento de la contaminación en general producto de la mayor cantidad de habitantes y de la actividad del hombre, peligrosa acumulación de gases que conducen al calentamiento global; agotamiento de la energía fósil-extractiva, antes abundante-barata y declive constante de la diversidad biológica ante la apropiación de más espacios físicos por el hombre.  En el contexto planteado, la economía de pensamiento único en la cual lo económico predomina sobre lo político y el mercado soluciona todos los problemas del sistema en concurrencia con la competitividad y el libre intercambio, no puede dar respuestas a las demandas de la sociedad. De los 7000 millones de habitantes actuales, casi 1000 millones no pueden comer si alguien no le proporciona alimentos y 5000 millones están fuera de una vida garantizada.  El intento histórico más reciente de romper con la inconveniencia actual de la economía ortodoxa  partió de Nicholas Georgescu-Roegen, uno de los pensadores más notables y profundos de la economía moderna; él lanzó dos torpedos críticos a la economía vigente en sus libros Analytical Economics (1966) y  The Entropy Law and Economic Process (1971) en los cuales centra las problemáticas económicas actuales en el divorcio entre las teorías económicas y el cumplimiento de las leyes de la naturaleza. Para los economistas de pensamiento único todo es un ciclo de producción y consumo, pero para la naturaleza esto no constituye un ciclo, es sólo un gasto unidireccional de energía y recursos naturales no renovables en el tiempo que se consumen. El auguró por lo tanto un gran fracaso en la economía mundial, fracaso evidente ante la cantidad, en tiempos cada vez más cortos, de  crisis económicas.   Nicolás Georgescu-Roegen señalo como única solución posible la  aparición de una ciencia-tecnología capaz de generar en tiempo y forma los recursos naturales necesarios para llegar a un nuevo tipo de equilibrio en la tierra…
Paulatinamente, debido a las innovaciones tecnológicas, avanza un incesante aumento en la capacidad de producir en forma sustentable tendiente a mostrar su capacidad de dar soluciones efectivas y alternativas ante la inacción de la desbordada economía de mercado.

La bioeconomía real.
La biotecnología con su capacidad transformadora de la naturaleza aparece como la tecnología “prometeica“ buscada por Georgescu-Roegen en respuesta a las problemáticas planteadas por su economía física basada en la función entropía. Hoy podemos definir a la bioeconomía real como una economía basada en la biotecnología capaz de generar en tiempo y forma los recursos naturales renovables, con su acervo de 65 millones de genes y la ingeniería genética, para dar respuestas a necesidades socioeconómicas tales como la demanda de energía, alimentos, disminución de los gastos en salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e ingresos en forma sustentable.  
Pareciera ser que la mejora cualitativa en la vida se centra en avanzar hacia la bioeconomía cuya base científico-tecnológica es la biotecnología y su motor productivo es la biofábrica transgénica; en concordancia con lo que alguna vez señaló Georgescu-Roegen “Si la vida es lo más importante, la economía debiera ser una rama de la biología y no la vida un apéndice de la economía como plantea la economía ortodoxa”.


 La bioeconomía de conveniencia.
 Los países europeos y los Estados Unidos engloban bajo la denominación de bioeconomía, a la  actividad económica que se nutre de la investigación y la innovación en las ciencias biológicas,  en un intento por mantener subordinada a la naturaleza a un contexto económico ficticio. Una bioeconomía de conveniencia para disfrazar la crisis mundial en la cual las medidas de política económica recomendadas fallan en forma sistemática ante el asombro de los propios economistas quienes ven cómo las recetas aprendidas en sus universidades no funcionan. Una bioeconomía tendiente a resistir el ocaso de la economía de pensamiento único para continuar con la acumulación del poder en desmedro de la mejora cualitativa de la vida en la tierra planteada por las posibilidades productivas brindadas por el desarrollo de la ciencia-tecnología  actual en un intento por subsanar sus errores del pasado…

Bioeconomía para todos. 
Distingamos las voces de los ecos, la incidencia productiva de la tecnología actual nos permite avanzar sobre una economía moderna, centrada en las necesidades del hombre, en el respeto de las leyes de la naturaleza y en la utilización de sus recursos generosos ¿por qué no?, una bioeconomía para todos. 

jueves, 11 de abril de 2013

No estudies biotecnología.

                                        Si no te apasiona la naturaleza de los seres vivos.
                                        No estudies biotecnología.
                                        Si no te preocupa mejorar la salud de las personas.

                                        No estudies biotecnología.
                                        Si no te interesa disminuir el hambre en el mundo.
                                        No estudies biotecnología.
                                        Si no te agrada generar recursos naturales renovables.
                                        No estudies biotecnología.
                                        Si no te atrae producir en forma sustentable.
                                        No estudies biotecnología.
                                        Si no te fascina estar a la vanguardia de tu generación.
                                        No estudies biotecnología.
                                        Si no estás comprometido con la vida.
                                        No estudies biotecnología.
  
 Prof. Dr. Alberto Luis D'Andrea.
 Biotechpeace Network CEO

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La 4x4 de los biotecnólogos.

Prof. Dr. Alberto Luis D'Andrea.
Biotechpeace Network CEO

La biotecnología utiliza seres vivos y/o partes de seres vivos para dar respuestas a las crecientes necesidades socioeconómicas. Ante un planeta que incrementó su población de 2500 millones de habitantes en el año 1950 a 7000 millones en el año 2012, la economía clásica fracasa día a día; los recursos naturales son insuficientes y la contaminación esta fuera de control. ¿Quienes más que los biotecnólogos, con sus 65 millones de genes conocidos y la ingeniería genética, podrán impulsar con sus métodos de diagnóstico y sus biofábricas transgénicas, las soluciones en áreas tan vitales como la salud, la alimentación, la energía y el cuidado del medio ambiente? Los biotécnologos son y serán los impulsores de las respuestas originales a las problemáticas del siglo constituyéndose en las semillas necesarias para lograr un nuevo y sustentable equilibrio en la tierra.
El campo de acción de los biotecnólogos es una 4x4. Cuatro tareas: Investigar en biología molecular, desarrollar nuevos productos, producirlos eficientemente con calidad y, generar las empresas para su producción-comercialización, en cuatro áreas: salud, alimentos, energía y medio ambiente. 4 tareas x 4 áreas, 16 posibilidades de participación en el mercado laboral, 16 oportunidades de hacer lo que hay que hacer para mantener la vida en el planeta y ser protagonistas del siglo XXI.